top of page
Buscar

ADIÓS THOR

  • Foto del escritor: mamatribudoula
    mamatribudoula
  • 23 ago 2017
  • 2 Min. de lectura

Thor era un boxer de color canela, que alguien había abandonado. Y al que nosotros adoptamos, cuando tenía un año aproximadamente. Todo lo que tenía de grande, lo tenía de bonachón.


Llegó a casa y enseguida se ganó nuestros corazones, y adoptó a mi padre como su amo.

Durante treze años ha vivido a cuerpo de rey. Se lo merecía!

Fue un fiel amigo y compañero de mis padres. Donde iba mi padre iba él.

Su amor era incondicional. No lo juzgaba, pasara lo que pasara, él siempre estaba allí, fiel, inamovible.

Tubo paciencia infinita con mis hijas y mi sobrina, siempre cariñoso, siempre guardian, siempre protector, siempre paciente.

Con unas ganas enormes de jugar siempre.

Cuando mi padre, su amo, enfermó, el cáncer lo debilitó de tal manera que estubo unas semanas que casi ni salía ya, e iba de la cama al sofá. Y allí estaba Thor, siempre a su lado. No se movía de allí. Thor sabía que su amo se moría, y adoptó el papel de su fiel guardian. No lo dejaba ni a sol ni a sombra.

Cuando llegó el doloroso día de ingresar a mi padre en paliativos Thor tubo que ir a su guardería. Iba tranquilo, los conoce hace años. Pero mi padre le dijo adiós con un dolor terrible, él sabía que no saldría ya del hospital con vida.

Semanas atrás yo le había planteado a mi madre la posibilidad de buscarle una casa nueva a Thor porque no sabiamos en que manera evolucionaria la enfermedad de mi padre, si estaría mucho tiempo ingresado, y había que pensar en el hecho de como lo hariamos para atender a Thor. No quiso mientras mi padre estubiera vivo, y ahora se que hicimos lo correcto.

Thor veló por él hasta el día que se dijeron adiós.

Cuando murió mi padre, Thor se convirtió en el fiel compañero de mi madre. Y se hicieron compañía mutuamente, llorando a mi padre.

Mi padré nos dejó hace poco más de dos años. En este tiempo Thor ha ido envejeciendo, era mayor ya. Cada vez se cansaba más. Le dolían las articulaciones. Se había desmayado en varias ocasiones. Se estaba quedando sordo. Pero no perdía la alegría cuando veía a las niñas de la casa.

Ayer por la mañana mi madre lo encontró en la terraza, se había dormido y ya no despertó. Se había ido placidamente. Queremos creer que de una forma dulce y sin sufrimiento.

Me encuentro a mil kilometros de casa y no he podido despedirme de él, ni he podido estar al lado de mi madre y mi hermana. Me consuelo pensando que ha volado muy alto y muy lejos, y que allá arriba lo estaba esperando mi padre, su amo, con los brazos abiertos. Ahora ya vuelven a estar juntos.

Así se lo he explicado a mi hija Emma, que al enterarse lloró de pena al pensar que ya no lo vería más, y pensar que está junto a su abuelo la consuela también a ella.

Por mucho que odiara que me babease, lo echaré mucho de menos. Su gran presencia, su gran corazón, dejan un vacío enorme. Cuida de papá.

Adiós Thor.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Falsos Mitos de la Lactancia Materna

Hoy, aprovechando que estamos en la SEMANA MUNDIAL DE LA LACTANCIA MATERNA vamos  a desmontar algunos de los falsos mitos que circulan...

 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

636675420

  • Instagram
  • Facebook

©2019 by Yolanda Doula. Proudly created with Wix.com

bottom of page