COMO ORGANIZAR LA NAVIDAD Y NO MORIR EN EL INTENTO

A que mola el título del post?

Pero tranquil@s, no vengo a descubriros nada nuevo. Ni a daros ninguna clase magistral para no acabar histeric@s perdid@s ante las maravillosas y estresantes (para algun@s) fiestas navideñas.

Simplemente os contaré como lo hago yo. Sin caer en la histeria, ni los nervios de última hora.

Como he padecido tanto tiempo de andiedad y ataques de pánico, ya hace mucho años que intento que no me pille el toro en estas fechas. Primero para evitarme aglomeraciones, y ahora ya para ir más relajada y disfrutar de los preparativos.

Como dije en mi post del ESPÍRITU NAVIDEÑO a mi estas fiestas me encantan. Siempre he disfrutado mucho. Y ahora, con las niñas, muchísimo más. Vivirlo desde sus ojos es algo maravilloso.

A lo que ibamos. Organización!

Las cenas y comidas se repiten cada año en la misma casa, osea, nochebuena siempre se cena en la mía, navidad se come siempre en la de mi madre, y así todos los días festivos.

Así que, con semanas de antelación empiezo a darle vueltas a la cabeza para elaborar el menú de nochebuena. Hay que buscar algo original, gustoso y que encaje en mi economia. Este año he optado por muslos de pavo rellenos, con salsita. Los entrantes no los voy a desvelar por si algún invitado me lee, me gusta que sean sorpresa.

Del menú, lo que se pueda congelar lo voy comprando poco a poco. Y dejo para el último día lo que no puede congelarse o guardarse durante bastantes días en la despensa.

Hago una lista y voy tachando cosas.

Ver las palabras tachadas a medida que van pasando los días, me anima mucho. Se acerca el monento y lo tengo casi todo planificado y organizado.

Tema regalos.

Debo decir que bendito Amazon Prime!!

Tengo otra lista oculta en mi agenda donde tengo anotados los regalos de niñas y marido. Los regalos que van a caer en casa de abuelos y de mi hermana, para que no haya nada repetido.

Hace ya algunas semanas que tengo casi todo comprado, y por supuesto, bien escondido. Tan solo necesito una tarde de estas que se quedan los abuelos con las niñas para poder envolverlo todo.

Hay un par de cositas sueltas que aun no las tengo, pero es poca cosa, y en estos días que quedan podré comprarlas.

Los adornos nuevos para el árbol los compré hace días también, y este pasado puente, adornamos toda la casa, el árbol, el belén y el tió, ese tronco de árbol al que los catalanes, muy dignos nosotros, alimentamos a base de galletas y mandarinas para que la noche de navidad, tras pegarle cuatro palos y cantarle la canción de rigor, nos cague un regalo.

Como véis, a 11 días de la cena de Nochebuena con la que inauguramos oficialmente las fiestas navideñas, lo tengo casi todo listo.

Esto me da mucha tranquilidad. Porque no me gustan las aglomeraciones ni las locuras de última hora. Las compras hechas deprisa y corriendo acarrean más gastos. Así que si hcemos las cosas con tiempo, nos organizamos bien, nos evitamos nervios y que nuestro bolsillo sufra más de lo que ya de por si sufre estos días.

La palabra clave es ORGANIZACIÓN.