Ser feliz.
Creo que todos tenemos esta meta en la vida.
Y es algo más fácil de conseguir de lo que parece. No hacen faltan grandes cambios en nuestras vidas, tan sólo pequeños detalles que nos ayudarán a llegar a serlo.
Debemos escuchar nuestro cuerpo, no apagar nuestra mente, debemos vivir el momento, el presente, y dejar de habitar en el pasado y en el futuro.
Centrémonos en lo realmente importante, os doy unas cuantas pautas:
A couple celebrating.
– Levantémonos temprano, para gozar de la luz del día, sentirnos con vitalidad. Y sacar provecho a nuestra vida.
– Visualicemos nuestro día. Pensemos, que queremos hacer hoy? Seguro que hay infinidad de cosas que siempre hemos querido hacer, y que siempre vamos dejándolas como pendientes. Porque a veces da cierta pereza comprometerse a cumplir los objetivos, y nos acomodamos a nuestra rutina, es más sencillo. Vivamos el momento.
– Querámonos mucho. La autoestima, el amor propio. Dejemos atrás inseguridades, el tener que demostrar a los demás lo que valemos. Y sobretodo, no hace falta estar demostrándonos a nosotros mismos de lo que somos capaces. Todo esto son signos de baja autoestima.
Queremos que nos quieran? Pues empecemos por querernos a nosotros mismos. No nos exijamos, aceptémonos, con nuestros defectos y nuestras virtudes. Y si hay algo de nosotros que no nos gusta y no podemos aceptar, cambiémoslo!
-Persigamos nuestros sueños. Si no tenemos claro cuales son, probemos, y probemos, hasta dar con aquello que nos apasiona, que nos llena. No hacen faltan grandes cosas, puede ser cualquier cosa, dibujar, leer, correr, ayudar a los demás. Y cuando sepamos lo que queremos conseguir en la vida, simplemente hagámoslo.
-Creemos hábitos saludables, tanto con una buena alimentación, como con un poco de ejercicio físico. Acerquémonos a la naturaleza, seamos cautos con el agua que gastamos, apaguemos las luces, salgamos al campo a respirar aire puro. Seguro que todo esto nos hace sentirnos mejor.
-Tomémonos unos minutos al día para meditar. Intentemos desconectar nuestra mente, dejarla en blanco. Ejercitemos nuestra mente para estar callada, atenta y presente.
– Regalémonos tiempo. Tomémonos un tiempo para estar con uno mismo, y escuchemos lo que nuestro cuerpo necesita. Disfrutemos de un poco de tranquilidad.
– Rodeémonos de nuestros seres queridos. Dediquemos tiempo a estar con las personas que queremos, nuestros hijos, nuestros padres, los amigos. Cuidemos nuestras relaciones personales.
– A sonreír! Nuestro cuerpo interpreta la sonrisa con la felicidad, le estamos mandando un mensaje a nuestra mente de que somos felices, haciendo que se convierta en realidad. Una buena sonrisa es nuestra mejor carta de presentación y lograremos mayor predisposición en los demás a tratar con nosotros, a que se relajen y den lo mejor de si mismos. Y es que las sonrisas de contagian!
– Creamos en nosotros mismos. Debemos creer en nuestras capacidades, y podemos repetirnos en voz alta frases afirmativas que convencerán a nuestro cerebro. “valgo mucho”, “me acepto”, “me quiero”…
Estas frases en voz alta condicionaran nuestros pensamientos haciendo que creamos en ellas y las hagamos realidad.
– Demos, recibamos y agradezcamos. Compartamos porque es un acto desinteresado, de amor. No tiene porque ser algo material.
Y seamos agradecidos. Porque agradecer aumenta el grado de felicidad en las personas.
– Celebremos nuestros logros. Cuando por fin hemos logrado algo, que puede que nos haya costado un esfuerzo, celebrémoslo, y compartamos ese momento con nuestros seres queridos. Disfrutemos del momento.
– “Haz lo que amas y ama lo que haces”
Y con un poquito de cada una de las ideas seguro que lograremos llegar a ser un poco más felices.
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