top of page
Buscar

EMBARAZO POST PÉRDIDA

  • Foto del escritor: mamatribudoula
    mamatribudoula
  • 20 nov 2017
  • 4 Min. de lectura

Tras una pérdida gestacional, y una vez pasada la cuarentena, suelen darnos permiso para volver a la carga, si así lo deseamos.

Si ha habido legrado suelen recomendar esperar un par de reglas, para que esté todo bien curado y en sus sitio.

Como afrontamos este nuevo embarazo tras nuestro duelo?


Como en todo, cada uno lo vivimos de diferente manera, pero creo que el miedo está presente siempre.

En mi caso, me habían realizado las pruebas de rigor para intentar encontrar el motivo por el que mis embarazos se paraban. En la última visita, me dieron los resultados y nos dijeron que no habían encontrado nada que pudiera justificar la no evolución de los embarazos. Y me animaron, si me apetecía, a volver a intentarlo. Esta vez iban a darme un poco de “ayuda” para ver si así cuajaba la cosa.

Así que, muerta de miedo, volvimos a intentarlo. Le dije a mi pareja que era el último intento. Estaba agotada mentalmente, ya no podría soportar volver a pasar por lo mismo.

En cuanto el test de embarazo dio positivo llamé rápidamente al hospital y me visitaron. A partir de ese día debia pincharme todas las noches una inyección de heparina, y ponerme vía vaginal, un comprimido de progesterona. La idea era darle un empujón extra al agarre del bebé.

En esos momentos empiezan los miedos. Y la cabeza da muchas vueltas, demasiadas.

Cada vez que vas al baño inspeccionas el papel en busca de cualquier rasto microscopico de sangre, que pudiera indicar que algo está yendo mal.

Esto, emocionalmente es un sinvivir. No te permite vivir el embarazo con normalidad. No te permite disfrutar de estas 40 semanas maravillosas.

En la semana seis me tocó la siguiente visita. Al hacerme la eco la ginecóloga sonrío. Recuerdo perfectamente sus palabas: en un embarazo siempre hay que ser cautos y en tu caso más, pero esto pinta muy bien.

En ese momento me sentí fuerte y decidida, lista para enfrentarme a todo.

Seguimos con la medicación, y cada semana aproximadamente tenía que ir a visitarme. Cada semana veía a mi garbancito, oía su latido. Cada visita al hospital era un suplicio, eran muchos nervios hasta que me hacían la eco. Y salía de allí aliviada y feliz. Otra semana más a tachar en el calendario.

Llegar a la semana 10 fue muy duro. Mis bebés no habían superado esa semana. Y la ansiedad se spoderaba de mi.

Pero todo iba bien. Mi bebé estaba bien agarrada a mi.

Cada noche, sl acostarme, hacia un poco de meditación y de ejercicios de relajación. Le hablaba a mi bebé, lo visualizaba, lo sentía, lo protegía y le mandaba todo mi amor. Y le rogaba que no me dejara.

Y llegó la semana 12. Como si eso fuera un seguro para el embarazo. Todo evolucionaba favorablemente. Me dieron el alta como embarazo de riesgo, dejé la medicación y respiré un poco más aliviada.

A los pocos días me hicieron la amniocentesis y los miedos volvían a mi, una y otra vez. Me obsesionaba ser de ese 1% que pierde a su bebé tras esta prueba invasiba.

Las semanas avanzaban. Ves a tu bebé cada dos semanas más o menos, escuchas su corazón. Pero tu cabeza juega en otra liga. Y no puedes parar de pensar, estará bien, crecerá bien…

A estas alturas ya sabiamos que era una niña, y estabamos todos como locos con la niña.

En la eco morfológica, la de la semana 20, pasé muy mal rato. La ecografa era una mujer bastante seria, no pronunció palabra mientras me hacía la eco, miraba, media, volví a mirar… yo estaba con una ansiedad horrible, me sudaban las manos y tenía la sensación que me iba a desmayar en cualquier momento. Cuando acabó y me dijo que estaba todo correcto, salí de la consulta llorando, de alivio, de emoción, de felicidad.

Al estar tan obsesionada con que todo estubiera bien, te pasas los días buscando señales y eso es agotador para nuestra salud mental.

Estando mi pareja fuera, mi hija mayor me hizo enfadar muchísimo, y a las 22:00 de la noche saliendo de la ducha sentí como que me había hecho pipí. Me vine abajo porque estaba segura que se me había roto la bolsa. Llorando llamé a mis suegros y rapidamente fuimos a urgencias. La doctora para asegurarse me hizo hasta tres pruebas radiactivas y no encontraron un solo rastro de líquido amniótico.

Y para acabar de redondear este embarazo que tanto me hizo sufrir, estando de seis meses y medio de gestación, muere mi padre.

Empecé a tener contracciones, el azúcar súper descompensado… y la comadrona no tubo más remedio que leerme la cartilla, como se suele decir. Me dijo que por mi padre ya no podía hacer nada, pero por mi hija si.

Así que intenté sobreponerme a mi inmenso dolor y me centré en mi y en mi bebé. Dejé fuera nervios y malos pensamientos y centré toda mi energía en ella.

Las mujeres tenemos una fortaleza que ni nosotras mismas somos conscientes realmente de ella. Lo he visto en mi propia piel.

Mi embarazo llegó hasta la semana 37 en la que me indujeron el parto por mi diabetes.

Si miro atrás, se lo mucho que sufrí pensando ensi mi bebé estaría bien. Los miedos, las dudas, las obsesiones. No disfrutas del momento como quizás deberías. Pero es inevitable. Los recuerdos por las pérdidas vividas están ahí, recodandote a cada momento lo que podría pasar.

Por eso, y basándome en mi propia experiencia personal, es importante compartir tus miedos, tus sentimientos, noguardártelos para ti. Entender que todo lo que sientes es normal. Y confiar en tu cuerpo, en la madre naturaleza. No sentirte sola.

Y a pesar de todo, intentar disfrutar del maravilloso momento que estás viviendo.

Todos los miedos, todos, se desvanecerán en el preciso monento en que te coloquen a tu bebe recién naido sobre tu pecho. En ese instante sentí que todo, absolutamente todo, había valido la pena.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Falsos Mitos de la Lactancia Materna

Hoy, aprovechando que estamos en la SEMANA MUNDIAL DE LA LACTANCIA MATERNA vamos  a desmontar algunos de los falsos mitos que circulan...

 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

636675420

  • Instagram
  • Facebook

©2019 by Yolanda Doula. Proudly created with Wix.com

bottom of page