GESTIONANDO HIJOS
El pasado sábado 29 de marzo, tuvo lugar en Barcelona la décima edición de Gestionando Hijos, saber más para educar mejor.
Tras la acreditación de los asistentes y la presentación del evento, empezamos!
La educación nos mueve
Josep María Cervera, director de la editorial Cruïlla y responsable de la Fundación SM nos presentó el magnifico proyecto que llevan a cabo en distintos paises. Basandose en estos cuatro pilares:
Investigación y evaluación educativa.
Capacitación de maetrsos y profesores
Impulso de la alfabetización integral.
Intervención socioeducativa en colectivos vulnerables.
Y nos habló de algo muy importante en la educación con niños adolescentes y pre adolescentes, basado en las tres P:
P de paciencia
MP de mucha paciencia
MMP de mucha más paciencia
El humor es primordial!
El día empieza… desayunando
Aquí, José Carlos Ruiz, Andrea Zambrano, Lucía Galán y Leo Farache, se sentaron al rededor de una mesa puesta con un buen desayuno, compuesto por pan, fruta fresca, mermeladas, café, leche… Se explicó la gran importancia de empezar el día con un buen desayuno. Una vez aclarado que el desayuno no es la comida más importante del día, como antes se decía, sino que es un cómputo de todo lo que ingerimos a lo largo del día. Lucía comentó que las madres que sus hijos se marchan al colegio, con, por ejemplo, tan solo un vaso de leche, que no se preocupen, y lo complementen con el almuerzo, un buen bocadillo, fruta y un poco de agua. A parte de la importancia nutritiva del desayuno, también es bueno que sea un acto para hacer juntos antes de empezar el día, que sea un aporte emocional. Si entre semana, por las prisas, no es posible, hagamos del desayuno del fin de semana algo importante, divertido, para hacer juntos, para comer bien, para charlar entre nosotros.
Los hijos te cambian la vida
Alberto Soler, psicólogo experto en psicología clínica, autor del libro Hijos y padres felices y del canal de youtbe Píldoras de Psicología , nos habla, con mucho humor, de como los hijos nos cambian la vida.
Hay muchos y diferentes motivos que llevan a una pareja a tener hijos, tales como dar y sentir amor, la felicidad, crear un proyecto de vida, la plenitud personal, una experiencia vital, sentar la cabeza, la presión social, etc.
Pero el motivo que más pesa es la consolidación de un proyecto de pareja que funciona. Y esto es importante tenerlo muy presente para cuando lleguen tiempos difíciles.
No te puedes bañar dos veces en el mismo río, porque cuando vuelves el agua ha cambiado, y tu ya no eres el mismo.
La pareja cambia, tener hijos es algo que nos transforma. Somos las mismas personas, los mismos protagonistas, pero viviendo circunstancias diferentes, y eso nos cambia,
Claro que la relación de pareja ya nos es la que era. No es ni mejor ni peor, es diferente.
Nadie nos prepara para la parentalidad. Esta no puede ser satisfactoria sin contar con la presencia, el apoyo y la complicidad de nuestra pareja.
España tiene el triste mérito de estar a la cabeza en la edad media de las mujeres que son madres por primera vez, situada esta edad en los 30,5 años,
Este retraso de la maternidad se debe a la dificultad de reunir las condiciones familiares y materiales ( desempleo, trabajo precario, acceso a la vivienda, consolidación laboral, largas jornadas laborables, salarios bajos, escasas políticas públicas) que la hagan viable. Una dificultad que nos obliga a retrasar la decisión hacia unas edades en las que la fertilidad entra en rendimientos decrecientes, truncando los proyectos reproductivos de mujeres y hombres.
Cuando nos lanzamos finalmente a tener hijos nos encontramos con una serie de retos y desafíos que generaciones pasadas no tenían. Las madres se enfrentan a la crianza y educación de sus hijos, solas. Antes la estructura social era diferente, no viviamos tan aislados , había comunidad, barrio, pueblo… y junto a la madre estaba su madre, la abuela, la hermana, la amiga, y entre todas contribuían a esa crianza, formaban su Tribu.
También nos encontramos ante una transformación de los róles de género, las mujeres no solo cuidan también trabajan. Y los hombres no sólo trabajan, también cuidan. Pero ante esto no disponemos de referentes que nos ayuden a ello.
Es muy importante que la pareja funcione como un equipo,no que estén enfrentados. Cada uno tiene su visión de las cosas, y es vital el enfoque de TU Y YO, no el de TU CONTRA YO. Ya que teneos una meta común, ser felices.
Son muchas las parejas que comienzan a debilitarse llegados a este punto, porque han olvidado seguir cultivando su relación. Pero esto es algo que habitualmente no se hace evidente en un primer momento.
Ser unos excelentes padres implica necesariamente cuidar la relación de pareja.
Hay que “regar” de manera equitativa y equilibrada las tres “macetas”, la personal, la de la relación de pareja y la de los hijos. No se puede regar con todo el agua una de las macetas, encharcarla y dejar que las otras dos se sequen.
Asegurémonos que no pasa un solo día sin que reconozcamos a nuestra pareja algunas de las cosas por las que ocupa un lugar tan especial en nuestra vida.
Entendamos que ser pareja no implica necesariamente compartir en todo momento los mismos puntos de vista sobre la crianza de nuestros hijos.
No todo es igual de importante, debemos aprender a priorizar y ceder.
Según Alberto hay 5 puntos en los que no puede haber discrepancias y que es importante hablarlo durante el embarazo:
colecho, si o no
Lactancia materna o artificial
los límites que pondremos a la família
separación entre vida personal y laboral
la ecolarización
Cómo podemos alimentar nuestra relación de pareja?
Haciendo cosas extraordinarias que nos hacían disfrutar como pareja. Podemos sentarnos a ver fotos antiguas, reviviendo momentos o acciones vividas, y buscar la oportunidad de volveras a vivirlas. Es importante que no queden en buenas intenciones, sino que cojamos el calendario y que sea una prioridad. Si hace falta, podemos pedir ayuda a los abuelos, por ejemplo.
Y convertir lo cotidiano en reforzante, de manera que en casa se respire buen ambiente, que estemos a gusto, que seamos felices, que disfrutemos del día a día, de la cotinianidad.
No tenemos que hacer la cosas de la misma forma, porque padres y madres son, y deben ser diferentes, entender que hacer bien las cosas no es hacerlas igual que yo.
La crianza de los hijos es cuestión de perspectiva.
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