Se acerca el buen tiempo, y llega la hora de empezar a quitarnos ropa y de sacar del armario la ropa de verano. Y es en ese momento cuando a muchas personas les entran las prisas, para mejorar aquello que han tenido abandonado durante el invierno, su cuerpo y su salud.
No es sano hacer tonterías, perder la cabeza y empezar a dejar de comer para poder perder algunos kilos. Lo importante es hacer las cosas con cabeza, y no pensar en los kilos como algo que nos afea, sino pensar en nuestro cuerpo de una manera saludable, y cuidarlo como se merece.
Por eso este post. En el os hablo de una charla a la que asistí en la Fira de la Alimentaria, invitada por MADRESFERA y CALDO ANETO en la que Marta Rivas nos habló sobre Vida Saludable.

(imagen de mischic@syyo)
Es cierto que no nos descubrió nada nuevo, no nos desveló grandes secretos de la vida saludable, pero si nos explicó de forma sencilla como llevarlo a cabo teniendo en cuenta el ritmo de vida que llevamos. Y que ser mamá, y trabajar, no está reñido con cuidarse.
La Vida Sana es el equilibrio entre 4 pilares fundamentales:
– una alimentación saludable, ya que somos lo que comemos.
– realizar una actividad física.
– el descanso.
– el cuidado interior.
La alimentación saludable se consigue a base de tener buenos hábitos, y estos hábitos no se adquieren en dos días, es algo que debemos trabajar todos los días, para, a la larga, lo hagamos sin esfuerzo.
No se trata de prohibir a nuestros hijos determinados alimentos, sino de educarlos en la buena alimentación.
No necesitamos calentarnos la cabeza con dietas complicadas, una dieta sana es sencilla. En internet encontraremos muchas webs y blogs con cientos de recetas que nos ayudaran a conseguirlo.
Es importante entender la organización de un plato. La verdura tiene que ser el ingrediente principal, y que los cereales, arroz, pasta, carne, etc sean el acompañamiento.
Un aliado súper importante en estos hábitos saludables, es el congelador.
Debemos tomar 5 raciones de fruta y verdura al día. 3 frutas repartidas durante el día, y las 2 de verdura las tenemos en la base de comida y cena.
No es aconsejable tomar ningún tipo de suplemento sin prescripción médica.
Podemos cambiar los granos blancos de harina, arroz, por los integrales, ya que estos ralentizan la velocidad en que se digieren, manteniendo así los niveles de glucosa en sangre más bajos.
Hay una serie de productos que contienen grasas saludables. El aceite de oliva en crudo es uno de ellos. Al calentarse pierde propiedades por lo que para cocinar es mejor usar poca cantidad.
El aguacate también pertenece a estas grasas saludables, y podemos comerlo crudo, en ensaladas, a la plancha, untado en tostadas…
Las carnes es mejor escoger las que contienen poca grasa, como el pavo, el pollo, el conejo, etc.
Pescado, sobretodo azul.
Las legumbres. Estas se pueden comer en tipo cocido, con verduras, como los “pucheros” de toda la vida, pero sin grasas añadidas. También en ensaladas, ahora que llega el buen tiempo. Marta nos comentó que hace garbanzos al horno y que están buenísimos!
Un ejemplo muy sencillo de plato saludable sería: un puñado de verdura, un poquito de pasta, pollo a la plancha y un trocito de aguacate. Súper fácil!

(imagen de amorfm)
Hay una serie de errores que debemos evitar en este camino que hemos emprendido hacia nuestra vida saludable.
1. La falta de organización. Esto nos puede llevar a comer cualquier cosa y de cualquier manera.
2. Abusar de los alimentos procesados. Ya sabemos que en nuestro ritmo de vida es muy complicado eliminarlos del todo, así que con reducirlos será suficiente.
3. Buscar sustitutos saludables. Estos son algunos ejemplos que nos dio Marta:
Mantequilla –> aguacate
Azúcar en repostería –> pasta de dátiles
Pizza clásica –> pizza con harina integral y verduras
Potajes con grasa–> legumbres con verduras
Hamburguesa fast food –> burguer casera en pan integral con vegetales
Cereales industriales –> cereales 100% naturales
Galletas industriales –> galletas caseras de avena y fruta madura
Chocolate –> cacao desgrasado puro
Patatas fritas –> chips de verduras
Algunos trucos que nos pueden ayudar en este proceso de cambio son:
Cuando vayamos a hacer la compra, evitar comprar cosas que no sean sanas, si no las tenemos en casa, difícilmente picaremos.
Trocear las verduras y congelarlas. Nos ayudará a ganar tiempo. También podemos trocear para varios días y guardarlas en la nevera, envueltas en film y en un recipiente cerrado, evitaremos que se oxiden. Podemos congelar casi todas las verduras, ya que sólo los guisantes pierden nutrientes al hacerlo. Algunas verduras incluso los ganan. Y las patatas no se pueden congelar.
Debemos aprender a leer bien las etiquetas de lo que compramos. Las marcas están obligadas, por ley, a especificar todos los ingredientes.
Este vídeo nos da unos consejos para aprender a leer las etiquetas de los productos.
Para evitar comprar cualquier cosa si nos entra hambre al estar fuera de casa, podemos llevarnos ya preparados algunos snacks, como galletas caseras, frutos secos…
Todos estos hábitos deben involucrar a toda la familia, teniendo en cuenta los gustos de todos. Para que comer sano no sea una tortura, y todos disfruten de la comida sana adaptada al gusto de cada uno.
El momento de cocinar puede ser divertido si compartimos la tarea con nuestros hijos y los dejamos participar.
También debemos escuchar a nuestro cuerpo. Si comemos sin tele, sin redes sociales, concentrados en lo que comemos, nuestro cuerpo será consciente de lo que ha comido y en que cantidad, y sabrá cuando está saciado.
Hay que desconectar para reconectarnos.
La comida hay que saborearla, disfrutarla.
Debemos practicar deporte de forma habitual. Esto no es ningún secreto. Pero a veces cuesta. Pero no hace falta, si no disponemos de mucho tiempo, apuntarnos a ningún gimnasio. En casa se puede hacer. Hay montones de vídeos en youtube que nos pueden ayudar.

(imagen de veracidadchannel)
Otro punto importante, salir a hacer excursiones al campo, para estar en contacto con la naturaleza, el aire libre. Seguro que a nuestros hijos les encanta la idea.
Y por último, pero no menos importante, darnos caprichos. Son fundamentales para no obsesionarnos.
Recordemos que cuerpo y mente están conectados, y la vida saludable implica a los dos. Cuerpo y mente deben ir a la par.
Marta nos dio la idea de organizarnos la semana el domingo tarde, las comidas, citas, médicos, trabajo… así conseguiremos que nuestra mente se vacíe porque lo tenemos todo bien organizado y programado. Para ello podemos utilizar notas de papel, aplicaciones, etc.
El domingo también planificaremos el menú semanal y la lista de la compra. Esto también ayudará a no gastar más de lo necesario.
Podemos ganar tiempo si cuando cocinamos, hacemos un poco de más y lo congelamos. Tenemos para otro día.
El azúcar, ya sabemos de sobra lo malo que es, nos lo recuerdan cada día. Pero tenemos tanta adicción a él que es imposible quitarlo de nuestra alimentación de un plumazo. Debemos ir reduciendo su consumo poco a poco.
Recordemos que lo de que consigue coger un hábito en 21 días es completamente falso. Necesitamos mucho más de 21 días para romper costumbres que llevamos toda la vida con ellas. Pero, poco a poco, con ganas, y perseverancia, lo conseguiremos.
Yo hace ya tiempo que quería ponerme a ello, pero no acababa de encontrar el momento. Pero esta charla que nos dio Marta con unos pasos tan sencillos y a la mano de todo el mundo, me ha servido para tomar la decisión en firme, para emprender mi camino hacia hábitos de vida daludable para mi y mi familia. Y para el deporte tengo un “entrenador personal” que me motiva y me empuja cuando me dejo llevar por la pereza y las excusas baratas.
Hay que empezar poco a poco, con pequeños gestos que se convertirán en grandes cambios.
Aquí os dejo el enlace a la web de MARTARIVASRIUS donde nos propone cada semana un menú saludable. Así que ya no tenemos excusas.
Te animas tu también al cambio?
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