HECHOS Y PALABRAS

Hechos y palabras. Esto es a lo que mi cabeza anda dándole vueltas hoy.

Que es más importante?

Dicen que las palabras se las lleva el viento. Pero creo que algunas son muy necesarias de escuchar.

Me gustan las dos opciones, y para mi son súper necesarias. En el trabajo, por ejemplo. Mi jefe se que me valora mucho. Llevo muchos años trabajando con él, codo con codo, y me conoce a la perfección, como yo a él. Se cuales son sus gestos y su manera de hacerme ver cuanto valora mi trabajo. Pero mis oidos también necesitan escuchar de vez en cuando un : Yolanda, buen trabajo!

Es algo que me gusta, no se si será cuestión de ego, no lo sé. Pero escuchar este tipo de comentarios hacia mi persona me motiva mucho.

Y es por eso que a las chicas que trabajan bajo mi responsabilidad me gusta decirles lo bien que está saliendo todo, a parte de demostrarles cuanto valoro su trabajo con mi manera de actuar.

En el tema de las relaciones personales me pasa lo mismo.

Los hechos me demuestran que mi gente me quiere, se nota. Pero necesito oírlo con palabras, me gusta que me regalen los oidos con un TE QUIERO. Y si no lo hacen lo echo mucho en falta.

Por eso intento decirles a mis hijas cada día cuanto las quiero. Porque además, a veces tengo la sensación de que quizás mis hechos les hacen pensar lo contrario, cuando me enfado, cuando estoy cansada y pierdo la paciencia, en esos momentos en que no soy todo lo amorosa que deberia. Después, cuando las aguas se calman, me entra una sensación de ser mala madre, de culpabilidad, y siento que en ese momento debo reafrmarles con palabras lo mucho que las quiero.

Así que no quiero decidir entre hechos o palabras, yo me quedo con los dos juntos, son un binómio imposible de separar para mi.

Eso sí, las palabras por si solas no me satisfacen, porque son efímeras, y si no van acompañadas de hechos, carecen de valor.