HISTÓRIAS DE CESÁREAS
- mamatribudoula
- 11 oct 2017
- 4 Min. de lectura
Es muy cierto que en los últimos años han aumentado las cifras de cesáreas realizadas en nuestro país. Se habla mucho, sobretodo de que en la sanidad privada se programan para amortizar los quirófanos, para comodidad de los médicos, etc.
Yo misma soy de la opinión que quizás las hay que si son innecesáreas. Y mi post iba a ir por este camino. Pero tras leerme todas las histórias que me han mandado muy amablemente mamis que han pasado por ello, he decidio cambiar el tono del post, para simplemente dar voz a lo que estas mamás han pasado.
Porque leerlas me ha removido por dentro, y he podido sentir un poco de todo lo que han sentido todas ellas.
Cuando estaba embarazada de mi primera hija, estando de unos cinco meses, de golpe me entró el pánico de pensar que en vaya berenjenal me había metido, porque eso ( lo que había dentro de mi barriga) tenía que parirlo, y no me sentía capaz de hacerlo. Así que le dije a mi ginecóloga, muy seriamente, que ya podía programarme la cesárea, porque yo no sería capaz de soportar un parto. La doctora, muy amablemente me dijo que de eso ni hablar, que yo no sabía lo que era una cesárea y que me dejara de tonterias. Que claro que podría parir, como lo han hecho las mujeres a lo largo de toda la humanidad. Allí quedó la cosa.
Mis dos partos han sido vaginales, y he sentido la maravillosa experiencia de parir a mis hijas. Y mi recuperació fue fantástica.
Pero al leer tantas historias de “otras maneras de parir” he querido contarlo. Y dejar de lado el si algunas cesáreas se pueden evitar o no. Tan sólo quiero mostraros sus vivencias, que tan amablemente me han cedido.
LOS MOTIVOS por los que se realizan las cesáreas son muy diversos.
En muchos casos el bebé viene de nalgas. Una mamá me cuenta que con ella intentaron la versión cefálica externa, que consiste en intentar darle la vuelta al bebé. Pero con ella no funcionó.
Además hay pocos hospitales que atiendan partos de nalgas completas.
Otro motivo es cuando el bebé viene con doble vuelta de cordón. Y su vida corre peligro.
Cuando la madre sufre preclamsia, osea, tensión alta, con el peligro que eso supone tanto para ella como para el bebé.
Otras mamás me han contado que rompieron la bolsa y se pasaron horas esperando. Algunas ni dilataban ni se les borraba el cuello del útero. Otras se estancaron en los 2 o 3 cm. Hasta llegar a sufrimiento fetal, bajadas cardíacas o taquicardias en el bebé.
Amenazas de aborto al principio del embarazo y amenaza de aborto prematuro.
Embarazos gemelares, donde uno quizás venia de culo. Otra mamá se puso de parto de sus mellizas a las 25 semanas, y eran tan pequeñas que no podrían haber soportado el esfuerzo que supone para los bebés el trabajo de parto.
Muchos motivos por los que los médicos deciden optar por la cesárea. Pensando siempre en la seguridad para la madre y su hijo.
Se dice que si tienes una cesárea en el primero, el segundo vas de cabeza a otra. Y no es cierto, varias mamás han tenido partos vaginales con su segundo hijo, tras la cesárea del primero.
La RECUPERACIÓN FÍSICA Y EMOCIONAL es otra história. Y al leer a estas mamás he comprendido lo que me quiso decir la ginecóloga cuando me encabezoné en que me programara la cesárea.
Me cuentan que al ser intervención quirúrgica, en muchos hospitales no dejan entrar al papá en quirófano, por lo que estas mamis se sintieron muy solas.
Las ataron de los brazos en forma de cruz.
Muchas se sintieron fustradas al no poder evitar la intervención.
Sintieron que eran ajenas a todo lo que estaba pasando.
A la mayoría no le pusieron el bebé encima piel con piel, al tener que coser la herida.
Muchas coinciden en el miedo y la impotencia
Algunas mamás me han dicho que se encontraron con un trato del personal, tanto ginecólogos como enfermeras, horrible, frío, sin empatía ninguna, con muy poco tacto. No solo eso sino que no les brindaron la ayuda necesaria a la hora de empezar una lactancia, tal como posturas para que al dar el pecho no duela la herida, etc.
LA RECUPERACIÓN en algunas ha sido buena y relativamente rápida a nivel físico, y sin complicaciones a nivel emocional.
Pero leo con tristeza que no es lo habitual. Me hablan de mucho dolor, semanas y semanas sin casi poder cojer al bebé porque la herida les dolía muchísimo. Hay tres casos en que dicha herida supuraba, o creo hematoma, y se tubo que volver a abrir, limpiar por dentro y volver a cerrar.
Y lo peor son las heridas del alma. Ver lo tocadas que se han quedado algunas, con recuerdos traumaticos de un día que debía ser maravilloso.
Me dijo una mamá en su relato, que ella había tenido muy buena experiencia con su primera cesárea, y que había pedido voluntariamente lo mismo para su segundo embarazo. Ella cree que una mujer debería poder escojer la manera en que quiere traer a su hijo al mundo.
Yo, personalmente, respeto su opinión, pero no estoy para nada de acuerdo. Creo que la primera opción debe ser la foma natural de parir, un parto vaginal. Y que la cesárea sea un plan B en caso de necesidad, tal y como ha pasado en los casos que me han contado.
Escribir este post me ha removido mucho por dentro, al ver lo que se sufre algunas veces para traer a nuestros hijos al mundo. Leer algunos relatos me ha dejado tocada.
Admiro, maravillada, la fortaleza física y mental que tenemos las mujeres.
Gracias a todas las que habéis colaborado para que este post se pudiera escribir. Sois todas maravillosas.
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