La Fertilidad es la capacidad que tenemos de reproducirnos y procrear.
Hay muchos factores de la vida moderna que afectan de forma negativa a nuestra en fertilidad.
La contaminación ambiental por sustancias químicas derivadas de la industria, metales tócicos como el plomo, aluminio, mercurio y cadmio, las radiaciones, las pantallas, los materiales de construcción, bricolaje, cosméticos, fertilizantes, pesticidas, etc.
Estos se almacenan en el tejido adiposo, ya que el hígado es incapaz de metabolizar todas esas sustancias tóxicas, por ello debemos favorecer la desintoxicación del organismo.
Los tóxicos , como drogas, alcohol, tabaco y algunos medicamentos tipo anabolizantes, esteroides, antibióticos, antidepresivos, antihistaminicos, analgésicos y ciertos antimicóticos tienen efectos adversos para la fertilidad.
También los empastes dentales de amalgama ya que es una sobrecarga de mercurio.
Los anticonceptivos orales así como lubricantes perjudican al semen y la flora vaginal.
La alimentación industrial con déficits en nutrientes vitales para mantener las funciones fisiológicas, el estado de salud y esenciales para poder hacer frente a las agresiones tóxicas.
Todos los productos alimenticios industriales procesados que vienen cargados de productos químicos como aditivos, conservantes y colorantes.
Las infecciones del sistema reproductor o de otras zonas del organismo.
Las emociones, sentimientos y el estado mental que influyen sobre las funciones fisiológicas y la fertilidad.
El estrés emocional, el cansancio físico y psíquico, problemas emotivos que incidan en la sexualidad, nos afectan de forma negativa en la fertilidad ya que inflen en la formación de hormonas.
El peso corporal los hombres demasiado gruesos y las mujeres muy delgadas corren riesgo de esterilidad. Son factores negativos las dietas de adelgazamiento en mujeres, de forma frecuente o con perdida de peso muy drástica, ya que provocan fallos en la ovulación. Y un sobrepeso en los hombres reduce la producción de esperma.
La actividad física. Aquí debemos encontrar un equilibrio, ya que una actividad deportiva de alta intensidad suele ocasionar trastornos hormonales y la vida sedentaria es un factor negativo que repercute en nuestra salud.
Lo mejor es una actividad física de forma regular, adaptada a la forma física de cada persona.
La luz ya que los ritmos sexuales están regulados por la luz. Así vemos que es más fácil quedarse embarazada en los meses de verano que hay más horas de luz solar.
La luz artificial es negativa y como cada vez vivimos más encerrados en oficinas y fábricas, es recomendable dar muchos paseos al aire libre, sobretodo en los meses de invierno.
Conclusión
Como consecuencia de nuestro estilo de vida, están aumentando los trastornos de fertilidad, se produce un esperma de escasa vitalidad , alteraciones en la calidad de los óvulos femeninos, gestaciones de fetos cuya fertilidad futura está seriamente comprometida y un aumento del número de interrupciones espontáneas del embarazo.
El problema creciente de la fertilidad es un reflejo de nuestro estilo de vida.
La elección del momento adecuado es muy importante. Hay que controlar la ovulación, que marca los días más fértiles. El óvulo sólo podrá ser fecundado durante un máximo de 24 horas. Y los espermatozoides pueden fecundar el óvulo en un margen de cinco días.
Hay que procurar que la higiene sea la adecuada, nunca en exceso, ya que el abuso de jabones modifica el PH vaginal, que debe oscilar entre 4,5 y 5,0.
La fertilidad y la alimentación van cogidos de la mano. En nuestra cultura occidental, civilizada e industrializada, llevamos una alimentación llena de carencias y excesos.
Un aporte excesivo de proteínas, grasas y carbohidratos, junto con un deficit de vitaminas, minerales y oligoelementos.
Con respecto a la fertilidad, los mayores déficits son de vitamina C, vitamina E, vitamina B12, ácido fólico, hierro, calcio, magnesio, selenio y cinc.
Una adecuada alimentación contribuye a una óptima fertilidad, ya que influye en las hormonas sexuales, la calidad del esperma y los óvulos, para favorecer la concepción.
Vamos a ver una serie de nutrientes para la salud y la fertilidad, y donde podemos encontrarlos.
Hidratos de carbono complejos:
Cereales integrales, patatas, legumbres, verduras y hortalizas. Evitar los azúcares.
Aminoácidos esenciales:
Cereales integrales, legumbres y algas. Yogures y kéfir. Huevos. Y evitar la proteína animal en la medida de lo posible.
Ácidos grasos esenciales:
Aceite de oliva, frutos secos, aguacate, soja, calabaza, sésamo, etc.
Una alimentación sana y equilibrada es la base de calidad, cantidad y variedad. Eligiendo alimentos naturales y frescos, y evitar en la medida de lo posible los procesados, manipulados, precocinados o en conserva.
Tratamiento naturista
Depuraremos el organismo.
Favorecernos la función hepática.
Podemos hacer una cura de desintoxicación mediante el ayuno. Por ejemplo con el Método Acordeón:
Como he dicho antes, es muy imortante para nuestra salud en general, y nuestra fertilidad en particular, llevar una alimentación sana y equilibrada.
Mantener el peso corporal adecuado.
Ventilar los espacios durante unos diez minutos diarios.
Es sumamente sano estar en contacto frecuente con la naturaleza, al aire libre, ya sea cerca del mar, o en la montaña.
Intentar reducir el estrés, sonreír, tener actitud positiva, relajarse, etc.
Y descansar. El sueño reparador nocturno es esencial para nuestro sistema hormonal e inmunológico.
Y recuerda que las cosas más bellas se consiguen con paciencia.
Fuente: Medicina Naturista, de Virginia Ruipérez.