LAS DOULAS
- mamatribudoula
- 28 sept 2017
- 4 Min. de lectura
Hay mucho mito y nucho desconocimiento entorno a la figura de una doula. Y por eso he contado con tres de ellas para poder escribir este post con propiedad.
He querido hablar de las doulas porque de un tiempo a esta parte ha despertado en mi la necesidad de acompañar a mujeres en el precioso camino que es la maternidad. Y hacer un post sobre ellas es algo que me hace mucha ilusión.
La palabra Doula es griega y significa ” al servicio de otra mujer”.
La Doula es una mujer, normalmente madre, que acompaña a mujeres y sus familias en el proceso de la maternidad. Es esa compañera que estará al lado de la familia, acompañando, pero sin hacer mucho ruido. Aportando información pero sin indicar que decidir, apoyando las decisiones de la mamá sin juzgarla, sosteniéndola y dando fuerzas si estas flaquean. Empoderando en esos momentos tan especiales.
Todo antes, durante y después del nacimiento del bebé.
No hay una formación reglada para der doula. Es algo que nace de dentro de estas mujeres, es una necesidad de acompañar. Aún así se forman para adquirir conocimientos, para ser capaces de acompañar e informar de una forma objetiva. Haciendo constantemente más formación y reciclaje.
No existe una regulación específica de las competencias profesionales, pero la doula es muy consciente de cuál es su trabajo.
No son profesionales sanitarias ni tienen intención de serlo.
Una doula no asiste partos, para eso está el personal sanitario. Ellas acompañan a la mamá en ese camino. Al preguntarles que sienten al asistir a un parto me dicen que es un privilegio y s la vez una gran responsabilidad, independientemente de que sea un parto en casa o en el hospital. Dicen que es un momento muy íntimo y maravilloso, en el que acompañan desde el silencio, la presencia, el respeto y la humildad.
Que en esos momentos se mezclan la magia, la serenidad, la confianza y la alegría, viendo a una mujer empoderada, conocedora de toda la fuerza que tiene su cuerpo.
No hay nada más poderoso que una mujer dando vida.
En caso de una posible complicación durante el parto, la doula nunca se entromete en el trabajo del personal sanitario. Ya que las doulas no asisten partos. Ellas acompañan. Pero al tener una formación que incluye conocimientos de fisiología del embarazo y parto, pueden detectar señales o síntomas que puedan ponerlas en alerta y actuar con serenidad pero con rapidez.
Se habla en algunos medios escritos que he podido leer buscando información para este post, de una especie de magis negra que envuelve a la figura de la doula, aportando datos falsos y creando una caza de brujas como si de la edad media estubieramos hablando. Es algo que he hablado con estas tres maravillosas mujeres. Y su respuesta es clara: ellas deben informar, si se les consulta, de las diferentes opciones que existen, en temas de placenta, de cordón, etc. Nunca imponer, ni juzgar.
El tema viene por la creencia que tienen algunas personas sobre la placenta y que deben hacer con ella una vez ha nacido el bebé. O en que momento se debe cortar el cordón. Son decidiones que deben tomar exclusivamente la mujer y su família, siempre con la información en la mano.
Para finalizad quiero copiar un texto de Laia Vallet, que me parece precioso y con el que me siento muy identificada. “Las Doulas siempre existieron y nunca existió un diploma que las acreditara, pero no por eso eran menos comprometidas con su labor de acompañar a mujeres durante el parto. Quizás porque en aquellos tiempos las personas valían por lo que eran y no por lo que un papel decía que sabían.
A día de hoy, tampoco existe una formación reglada y oficial para las doulas pero realmente es lo que menos me importa, porque nunca existirá un papel lo suficientemente oficial que me certifique lo que siento en mi interior cuando estoy al lado de una mujer que está de parto.
No trabajo de Doula, soy Doula. Y como doula no dispongo de formación médica, porque no soy ginecóloga, ni matrona, ni anestesista, ni enfermera. No resuelvo complicaciones médicas si estás se dan durante el proceso de parto. Por eso no administro medicación, ni pongo una vía, ni valoro el estado de la madre, ni del bebé, ni realizo operaciones, ni receto medicamentos…no hago nada de esto, porque esta no es mi labor.
Soy Doula y eso significa que cualquier situación importante para la mujer lo es también para mí, ya que la parte fundamental del trabajo de una doula es sostener a la futura madre en todas sus emociones de una manera respetuosa, sin juicios, cercana y ayudándola a disipar sus dudas y sus miedos. Una doula dedica tiempo a la mujer, poco a poco se teje un vínculo entre las dos y finalmente y de manera natural, la doula se convierte en una confidente, en una amiga, en una hermana…
No hace mucho me dijeron en un tono despectivo hacia las Doulas, que los profesionales de la medicina se forman durante muchos años y que aún y así no eran dioses, que había cosas que se les escapaban. Y estoy de acuerdo. Yo tampoco lo soy, pero mi papel no es jugar a ser Dios sino hacer sentir a la mujer una Diosa, creadora, mamífera y salvaje.
Muchas veces, parecerá que no estoy haciendo nada, pero considero que una mujer que está de parto no necesita a muchas personas revoloteando a su alrededor dirigiéndola. Estoy haciendo mucho con estar presente con mi espíritu, con mi mente y con toda la intención, guardando y cuidando el lugar donde los bebés llegan al mundo.
Así que si la palabra doula te parece muy moderna y parte de una corriente de moda alternativa, puedes llamarme Guardiana de Nacimientos, ya que ellas siempre existieron y siempre existirán, con ellas me identifico, porque no es moda, se le llama naturaleza de la Mujer Salvaje y nunca pasa, nunca muere.
Por todas mis compañeras,
Por todas las mujeres del mundo, por las que se fueron y las que vendrán,
Por nuestras ancestras que quemaron en el fuego,
Y por todos los bebés a los que recibiremos en un discreto segundo plano.
Laia Vallet Ámate con Doula – Estima’t amb Doula”
Texto compartido por Jimena Kahlo GUARDIANA DE LA MATERNIDAD.
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