MENOS ES MÁS

Esta frase me gusta mucho, menos es más.

En un mundo, en una sociedad, dónde para vale más aquél que más tiene, yo me maravillo de lo contrario.

Menos es Más

Gente que son súper felices con poco.

Si nos lo paramos a pensar, tenemos muchas cosas materiales de las que podríamos prescindir. Y hay muchas otras cosas que no tenemos pero deseamos, pensando que el tenerlas nos hará más felices, nos hará sentirnos realizados.

Vemos en la televisión la vida padre que llevan los multimillonarios, con esas casas con un montón de habitaciones, con coches de lujo, viajes… Cuantos sueñan con tener una vida así?

Y aquí empieza mi reflexión. Porque cada vez pienso que necesito menos cosas materiales. Quiero disfrutar de las cosas sencillas, de los buenos momentos, de mi familia, de mis amigos. Que lo que me hace feliz no tenga que ser material.

El otro día vi un video de unos niños de una aldea africana. Jugaban descalzos, reían a carcajadas, y se emocionaban con uno simples globos de colores. Se les veía tan felices!

Y miro a nuestros niños, que sólo quieren tener móviles, juguetes de última generación, consolas, ropa cara… y ni así se les ve satisfechos, porque siempre quieren más, porque siempre hay un amigo suyo que tiene algo que ellos no tienen.

Aquí mucha culpa la tenemos los padres, que les estamos permitiendo estas actitudes. Cierto es que la publicidad en la televisión, por ejemplo, no ayuda para nada, al contrario, sólo hace que promover una sociedad consumista.

Y me planteo lo triste que es realmente esto. No quiero esto para mis hijas, ni para mi.

Quiero que aprendan a valorar las cosas, y a darle importancia a lo que realmente la tiene. Que sepan valorar a las personas por lo que son, no por lo que tienen. Que no piensen que por tener la consola de moda o esos vaqueros tan caros, van a ser más felices.

Parece un tópico un poco hippie, pero es lo que pienso. Quiero que valoren la amistad, la familia, la naturaleza, los pequeños detalles. Que vivan su vida de la manera que las haga felices, sin codicias, sin pensar sólo en el dinero.

Porque realmente, no necesitamos tanto como nos quieren hacer creer.

Con mucho menos seríamos más felices aún. Porque cuanto menos necesitas, más a gusto estás con lo que tienes.

Sabemos que el dinero es importante y necesario para vivir. Pero el querer tener siempre más nos vuelve avariciosos, no nos deja valorar lo que ya tenemos porque nunca nos resulta suficiente. Y eso es lo que yo no quiero.