Hoy quiero hablaros del nudismo, un mundo que conocimos el verano pasado.
“El Naturismo es una forma de vida en armonía con la naturaleza. Se expresa mediante el nudismo en comunidad, asociado al respeto por uno mismo, por las opiniones de los demás y por el medio ambiente”.
Hace ya tiempo que me llamaba la atención, y quería probar. Y el verano pasado nos decidimos.
Era algo que nos apetecía mucho, pero lógicamente, surgen dudas a la hora de dar el primer paso. Así que decidimos buscar una playa nudista cercana y probar. El primer día vas con cierta vergüenza, pero creo que lo mejor es intentar relajarse y hacer como los demás. Ese primer día no lucía mucho el sol y el ambiente estaba fresco, así que la mayoría de la gente estaba tumbada en la toalla vestidos. Hacia media mañana empezó a salir el sol. Y la gente se iba desnudando. Así que con total naturalidad me desnudé y me tumbé a tomar el sol.
Tengo que decir que me sentí súper cómoda desde el primer momento. En ningún momento me sentí ni observada ni avergonzada por mi cuerpo.
El segundo día que fuimos a esa misma playa, ya nos sentimos mucho más cómodos. Hacía calor y había más gente. Estábamos a gusto.
Os aseguro que es súper cómodo!
Tienes una sensación de libertad física, no hay necesidad ninguna de ponerse bañador para tomar el sol pudiendo ir desnudo, es hasta lógico. Sientes el contacto de la brisa del mar, del sol, en todo tu cuerpo .Lo maravilloso que es bañarse desnudo. La liberación mental que supone el nudismo que nos despoja de disfraces ya que todos somos iguales. Incluso el sentirte integrado en la naturaleza. Y además sin marcas de bañador al ponerte moreno.
La verdad, es toda una experiencia. Una manera de vivir la vida, sin prejuicios ni ataduras morales. De sentirte libre. Sin complejos. Sin vergüenzas. Aceptando nuestro cuerpo tal y como es, disfrutando sin tapujos de la libertad de ir desnudo.
Nuestra hija mayor, que entonces tenía 8 años decidió, los primeros días dejarse el bikini puesto. Y nosotros respetamos su decisión. Ella debía sentirse cómoda. Hasta que un día, al llegar a la playa, se lo quitó. Que viva la desnudez propia y ajena como algo completamente natural.
El ambiente que nos encontramos en esa playa era muy familiar, muy respetuoso, muy harmónico con lo que nos rodea, la arena, el agua…
Sin duda, recomiendo al menos probarlo una vez y así poder juzgar con conocimiento de causa. Yo, desde liego estoy encantada de haber dado este paso. Porque haciendo nudismo me siento genial, me siento cómoda, me siento libre!
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