PARAR PARA PODER AVANZAR

Empieza setiembre, y con él llegan muchos nuevos comienzos.

La vuelta al trabajo, la vuelta a las clases, empezar la dieta, apuntarte al gimnasio, aprender a cocinar, a hablar otro idioma…

En mi caso, tal como os conté en el post DE VACACIONES Y VUELTAS A CASA he vuelto de vacaciones con la sensación de que mis pilas vienen cargadas a tope.

He llegado con mil ideas en la cabeza, todas completamente mezcladas sin ningún orden ni sentido.

Me he pensado, como siempre, que podría con todo.

Gran error.

Así que he llegado a un cruce de caminos, en el que necesito parar, coger aire y empezar a andar el camino correcto.

Llegada a este cruce de caminos, debo reorganizar bien todo lo que tengo dentro de mi, para que este camino no sea una carrera alocada, sin orden alguno, donde salte obstáculos sin pensar en ellos, en su porqué. No puedo poner primera y empezar a correr a lo loco, pensando que llegaré a todo y a todos.

Así que lo primero que debo hacer es parar y reflexionar.

Parar para poder ordenar mi ideas. Parar para valorar que objetivos y proyectos son más importantes. Ver cuál es el mejor camino para llegar a ellos. Sin prisa pero sin pausa.

Parar para darle la vuelta a todo. Porque le he estado dando mucha importancia a cosas que quizás eran secundarias. Y es necesario que restablezca nuevas prioridades en mi vida.

Muchas veces creemos ir en la dirección correcta y de repente, algo o alguien nos muestra la dura realidad, aquella de la que no quería ser consciente, de la que llevaba tiempo huyendo.

Y no os voy a engañar, esa realidad me ha dolido, me ha golpeado fuerte.

Pero no quiero lamentarme por ello.

Por eso, como me dijo una vez Miriam Tirado, todo es reconstruible, pero teniendo bien claro en que he fallado, para que lo nuevo construido sea siempre mejorando lo pasado.

Y en vez de lamentarme por haber escogido el camino equivocado, he decidido ponerme las pilas, esas que os dije que han llegado de las vacaciones, cargadas a tope de energía, y pasar al ataque!

Así que a partir de ahora si me veis menos por las redes sociales, o no hay tantas entradas en el blog como antes, ya sabéis el porqué.

Me gusta escribir en twitter cosas que me vienen a la cabeza, colgar fotos en Instagram, publicar mis entradas del blog, comentar cosas con todos vosotros, pero todo este mundillo en ocasiones absorbe demasiado. Obviamente lo que nosotros le hemos permitido.

Y por eso hago este paron, para tener mucho más tiempo para mi. Tiempo que me permita recolectar con mi yo más profundo, que me permita encontrar todas las respuestas que busco. Tiempo para auto cuidarme, tanto a nivel físico como mental. Y solo así, en paz conmigo misma, poder dar a los demás la mejor versión de mi, al 100%.

Necesito tiempo para saborear pequeños momentos, momentos de risas, de abrazos, de charlas. Momentos únicos, y que queden guardados en mi retina y en mi corazón. Momentos que valgan la pena. Para volver a conectar con todo aquello de lo que me había desconectado.

De momento, esta lista de prioridades que estoy tejiendo, me la guardo para mi. Es un trabajo interior mío que debo y quiero hacer por mi misma.

Y estoy segurísima que poniendo todo en orden, con una actitud positiva, con fuerza, con energía, con paz interior, lograré escoger el camino correcto y andar por él para llegar a mis metas. Todo es cuestión de tiempo, de ganas, de actitud.

No obstante quiero deciros que seguiré muy pendiente de atender a quién me necesite en temas de embarazo, parto, post parto, lactancia materna, duelo gestacional, o de aquello en lo que creáis que puedo ayudaros. Tanto en el grupo de Apoyo al Duelo Gestacional, como en el de Apoyo a la Maternidad. Y a través de mis rrss. Podéis contactar conmigo y os atenderé tan pronto como me sea posible.

Abrazos llenos de Luz!