Cuando nace un bebé, nace una madre.”
Y cuando una mujer da a luz, se convierte en puerpera.
El puerperio es un periodo de tiempo que empieza tras el parto y puede llegar a durar hasta dos años.
Lo de la cuarentena es una invención, completamente falsa. Parece que tras esos cuarenta días todo ha de haber vuelto a la normalidad y no es así.
El puerperio es una época maravillosa pero también puede resultar dura y complicada para la mamá si no tiene a su alcance las herramientas y la ayuda necesaria para vivirla de forma positiva, consciente y feliz.
En ocasiones demasiado frecuentes, la maternidad se invisibiliza y las mamás viven este momento de una forma muy solitaria.
Además hay que entender los grandes cambios que se producen en la mamá tras el parto.
La hormona oxitocina, también llamada del amor, nos absorbe por completo.
Nuestras emociones entran en un tiovivo entremezclando momentos de euforia y extrema felicidad, con otros en que nos sentimos completamente abrumadas ante dudas y miedos que nos surgen respecto al cuidado y bienestar de nuestro bebé, a nuestro papel como madre, a la gran responsabilidad que sentimos.
Puede ser un camino duro si no se tiene la ayuda necesaria.
La mamá debe confiar ciegamente en su instinto maternal, en lo maravillosa que es la naturaleza, que la ha dotado de cambios que se producen tras el parto y que son imprescindibles para el bienestar de el bebé.
Crearemos con nuestro bebé un vínculo mágico difícil de explicar con palabras.
Nuestro instinto nos ayudará a la hora de dar amor, calor y alimento a nuestro bebé, confiemos en él. No tengamos miedo. Lo estamos haciendo de fábula, y debemos creérnoslo.
En ocasiones la mamá tiene mil dudas sobre si su leche será buena, si será suficiente, si su bebé estará bien alimentado. Por supuesto que si! El cuerpo de la mamá adapta la producción de leche a la demanda de su bebé. No obstante pueden surgir dudas, problemas posturales, grietas… entonces recomiendo pedir ayuda a una asesora de lactancia. Y no tirar la toalla ni desesperar. Con un poco de ayuda, la lactancia materna es algo maravilloso.
Para que nuestro bebé esté bien, la mamá debe entender que ella debe estar bien también. Es cierto que el bienestar del bebé prioriza por encima de todas las cosas, pero la mamá, y su entorno más cercano no pueden ni deben olvidarse de ella y de su cuidado.
El cuidado de la mamá pasa por varios puntos.
El primero sería el suyo personal. Como poder asearse, poder desayunar, etc.
También el tener tiempo para estar ella sola con el bebé, y con el papá. Por ello es bueno no cortarse y limitar las visitas a lo que realmente les apetezca a los papás, nada de conveniencias.
Entender que la casa y su orden y limpieza ha pasado a un segundo plano, siendo la mamá y el bebé, lo primero.
Intentar descansar cuando el bebé duerma. Quizás no es posible dormir, pero la mamá debe tomarse esos ratos para ella, poder descansar, leer un poco, relajarse.
El puerperio es todo un proceso de adaptación y aprendizaje. Y no siempre resulta fácil. O no todo lo idílico que nos hubiéramos imaginado.
Puede resultar estresante. Incluso frustrante. Los bebés lloran, claro que lloran. Es su manera de hacernos ver que necesitan algo. Es lo más normal del mundo que no nos guste oírlo llorar, pero no desesperéis. El bebé os manda las señales de lo que necesita, calor humano, hambre, consuelo, sueño…
No os manipula ni os mangonea, tan solo pide lo que necesita. Dadle brazos, muchos! El contacto con papá y mamá es lo más maravilloso para él. No se acostumbra a los brazos, no os toma el pelo. No lo estáis malcriando. Al contrario.
Con todos los altibajos de este periodo llamado puerperio, quizás la mamá dudará de algunas decisiones tomadas respecto al bebé en cuanto a temas de lactancia, colecho, crianza respetuosa, en parte debido a los opinólogos que siempre hay al rededor de ella.
Por eso es importante que la mamá se sienta empoderada en su papel de madre.
Una pieza clave para un puerperio conciente y feliz es no sentirse juzgada. Por eso recomendamos a las visitas, a la gente cercana a la mamá, que no juzgue, que no opine, que no ofrezca consejos que no se han pedido. Que no critiquen si la casa no está impoluta ( si no te gusta como está quizás puedes coger tu el trapo y limpiar el polvo). Que respeten si la mamá no quiere que cojan a su bebé. Es completamente respetable.
Y muy importante, que la mamá puerpera no se sienta sola.
Puede entrar en un estado de tristeza que puede ser solo temporal, no obstante no tiene porque vivir este período sola. Es vital que encuentre a su tribu. Porque es importante sentirse acompañada, poder compartir vivencias, hablar libremente sobre sus emociones, poder consultar sus dudas y sus miedos.
Por todo esto ofrezco mi TRIBU VIRTUAL para ayudar a las mamás puerperas a vivir el post parto de una forma consciente y feliz. Para ayudarlas a disfrutar al máximo de esta experiencia maravillosa que es la maternidad. Para acompañarlas y asesorarlas a la hora de descubrir y cubrir sus necesidades como madres y las de su bebé. Todo con todo el amor, el respeto y la empatía.
Si estás embarazada o acabas de dar a luz a tu bebé, y te apetece formar parte de la tribu virtual, me encantará estar a tu lado acompañándote y asesorándote. Ponte en contacto conmigo en el meil mamatribudoula@gmail.com
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