UNA CENA DE CHICAS

Anoche salimos a cenar las cuatro jinetes del Apocalipsis.

Nos conocemos desde que entramos en el colegio en P3, así que imaginaros si ha llovido.

Tenemos un grupo de whatsapp y nos mantenemos en contacto. A épocas más a menudo que otras. Pero lo importante es estar ahí.

Las cuatro vivimos en pareja y tenemos hijos.

Nuestros encuentros solían ser meriendas, y con siete niños os podéis imaginar la locura que eso suponía. No había manera de poder mantener una conversación como dios manda, cuando no la liaba uno, otro interrumpía, o se caía, o se peleaban… así era imposible.

Así que vimos que la solución era hacer cenas de chicas. Sólo nosotros, sin niños ni maridos.

El día a día de por si ya es un poco locura, con el trabajo, la casa, los niños… así que estas cenas son como un oasis en medio del caos diario.

Ayer mismo lo pasamos de fábula. Nos entendemos muy bien, porque nos conocemos mucho.

Anoche sentí que estábamos liberadas, relajadas, necesitadas de ese rato que pasamos.

Nos reímos mucho, algo súper necesario. Y disfrutamos de un espacio que era solo nuestro.

Los niños y la pareja no nos molestan, no es eso, pero igual que yo, al menos, necesito de vez en cuando tener un rato de soledad y silencio, también necesito de vez en cuando escaparme con las amigas a cenar, bebernos un buen vino, y reír sin parar.

Y creo que tod@s deberíamos hacerlo. Buscar nuestro espacio fuera de la vida cotidiana.

Estas charlas con amigas, estas risas, son terapéuticas y sanadoras, os lo aseguro.

Llegué a casa relajada, feliz y con ganas de acurrucarme junto a “papá tribu” .

Y a vosotras que tal os sientan estas salidas con amigas?

#amigasmamasrelaxmomentos